La disciplina en aula, Concepto, Importancia, Características



1.      La disciplina

Según Narodoswky (1994: 88), “El ideario de la  disciplina y pedagogía moderna se proponía homogeneizar a la población y brindar igualdad de oportunidades a todos, pero estos ideales resultan difíciles de cumplir porque el sistema social produce desigualdades que la escuela no salva”. Así, las críticas y descontentos sobre la educación son frecuentes en la actualidad y, ante ello, el malestar de docentes y alumnos ocupa buena parte de la actividad educativa. Ello, puede entenderse como síntoma del contexto socio-histórico actual y también como una característica propia del funcionamiento institucional.

La disciplina se relaciona con una forma de autodominio, que permite a un sujeto conducirse de tal manera que alcance sus metas a pesar de los obstáculos. Alude al esfuerzo, al trabajo, a la constancia que es necesario asumir para apropiarse de los conocimientos y, en su aspecto negativo, se refiere más al enseñar a obedecer que a reflexionar.

El comportamiento de los estudiantes en las unidades educativas a veces suele estar marcado por la falta de respeto e incluso la violencia (agresión a otros estudiantes o a los transeúntes, enfrentamientos entre estudiantes de diferentes instituciones educativas). Ante ello, los castigos suelen ser arbitrarios, con exigencias injustas, que no guardan relación con las faltas cometidas, mientras que en otros casos las faltas se dejan sin sanción ni reparación, o éstas son tan leves que lo único que hacen es alentar aquellas conductas que se quiere erradicar (Wagner, 1987: 56).

Por tanto, es necesario un cambio de mentalidad sobre la forma en que se producen y conciben las relaciones humanas en las instituciones educativas; es decir, en la manera en que se convive al interior de ellas. Esto implica reflexionar sobre un modelo de convivencia escolar que permita la formación de estudiantes en prácticas ciudadanas basadas en el ejercicio de la democracia y el respeto a los derechos humanos. Para esto, es necesario conocer los fundamentos de la convivencia escolar democrática, conceptos, características y habilidades que requieren estudiantes y profesores para la construcción de esa nueva realidad.

Mucho del enfoque curricular, en el contexto boliviano como en otros, asume que los estudiantes construyen su conocimiento, por lo que se debe formarlos integralmente para que desarrollen capacidades, valores y actitudes que les permitan aprender a lo largo de su vida. Entonces, la convivencia en la escuela debe ser coherente con este enfoque y brindar a los estudiantes un espacio para su desarrollo y aprendizaje en interacción a través del diálogo y del reconocimiento de la existencia de Derechos Universales que conducen al consenso y a soluciones pacíficas para los conflictos. Solo en ese ambiente, el estudiante podrá construir sólidos criterios referidos a la vida en comunidad.

2.1   Disciplina escolar

Se entiende por disciplina escolar a que los alumnos sigan un código de conducta conocido, por lo general, como reglamento escolar. Este reglamento, por ejemplo, define exactamente lo que se espera que sea el modelo de comportamiento, el uniforme, el cumplimiento de un horario, las normas éticas y las maneras en las que se definen las relaciones al interior del centro de estudios. Dicho reglamento contempla además una normatividad respecto al tipo de sanción que se debe seguir en el caso en que el estudiante incurra en la violación de la norma. En dicho caso, es posible que algunos centros pongan más el énfasis en la sanción que en la norma misma (Y. wild, (s/f). Disciplina escolar. Recuperado el 14 de enero de 2016, en: https://es./Disciplina-_escolar).


La disciplina es un entrenamiento que corrige, moldea, da fortaleza y perfecciona. Su misión es formar buenos hábitos y establecer una serie de reglas personales que comprometan a uno consigo mismo para alcanzar un ideal. “La persona que posee el valor de la disciplina es aquella que cumple con sus obligaciones, haciendo un poco más de lo esperado al grado de sacar adelante su trabajo y todo aquello en lo que ha empeñado su palabra” (García, 1994: 98).

Debe pensarse que la disciplina no consiste simplemente en el comportamiento externo, según unas normas también externas. El comportamiento externo, seguramente podrá expresar, sin dificultad alguna, lo que señala la norma, cuando sea producto de una convicción, de un convencimiento personal, de una actitud interior. Esta postura interna engendrará el orden externo que es necesario y que se desea para el mundo de los adultos.

En una persona disciplinada, es muy significativa la forma en que aprecia el horario y el orden. No se olvida de mantener un ambiente agradable y armónico donde se encuentra, es feliz con lo que hace, no ve el compromiso como una carga, no se molesta cuando le piden algo y piensa que el servicio a los demás es el medio para perfeccionarse. Por ello, cuando uno es disciplinado en las acciones cotidianas, con la familia, en la escuela y en la comunidad, no hace falta que lo vigilen y controlen, porque está al pendiente de cumplir lo que le corresponde.

Según Gotzens (1997: 68) “La mejor forma de establecer un clima de trabajo, aprendizaje y crecimiento personal en el aula, sin descartar las relaciones de convivencia escolar en general, es por medio de la disciplina”. Se debe comprender que los niños y adolescentes, se sientan deseosos de cumplir una regla, cuando ellos mismos han ayudado a establecerla. Se vuelven efectivos en la toma de decisiones, con un sano auto concepto, cuando aprenden a construir, con los miembros de la familia, la escuela y la sociedad, un clima propicio para la vida armónica con los demás.

En cuanto a la disciplina escolar, se debe tomar en cuenta las opiniones de los estudiantes al aplicarla ya que ésta es un proceso en el cual se deben tomar en cuenta diferentes aspectos de los educandos para lograr una celeridad adecuada. Por ello, es importante reconocer las características de los niños ya que de acuerdo a su edad el docente debe darse cuenta que acciones pueden funcionar. También es importante comprender el contexto en el que se desenvuelve para lograr la planificación del proceso que conduzca al desarrollo de una conducta disciplinada.

Por lo dicho, considerar la aplicación de la disciplina tiene como objetivo principal llevar adelante los valores. A ello se suma, su asimilación y su aplicación en la vida cotidiana.

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